Evangelio de Mateo
El Evangelio según San Mateo es uno de los cuatro Evangelios del Nuevo Testamento.
Los evangelios son tradicionalmente impresos con Mateo primero porque Agustín de Hipona creía que era el más antiguo. Es seguido por Marcos, Lucas, y Juan, en dicho orden. Para su uso litúrgico en la Iglesia Católica se les presenta aparte en un libro llamado Evangeliario o desde el Vaticano II, leccionario.
Autoría
Este libro es anónimo, porque no está firmado. La tradición atribuye su autoría a Mateo Leví, un recaudador de impuestos a quien Jesús llamó para que le siguiera como uno de sus apóstoles.
A favor de esta atribución, además del poco convincente argumento de la tradición, suele aducirse que es el único de los cuatro evangelios que llama a Leví por su segundo nombre -Mateo-, que siempre que lo cita dice "Mateo el publicano". También se considera que en su evangelio figuran 115 vocablos que no se hallan en los otros y tienen que ver con dinero, oro, plata, deudas, cuentas, cambios de dinero, etc., frases que estarían en la punta de la pluma de un ex publicano.
Sin embargo, los estudiosos bíblicos modernos indican que posiblemente este libro, al igual que otros del Nuevo Testamento, son de autores desconocidos que utilizaron ya bien las tradiciones o documentos previos del autor a quien se le acredita el libro, y al momento de escribir su edición definitiva, utilizando una costumbre literaria de la antigüedad, lo hicieron bajo el nombre del personaje cuyos relatos ellos recogieron. A esto se le conoce como pseudografía.
Destinatarios
Los destinatarios del libro de Mateo son principalmente judíos convertidos al cristianismo, como lo demuestra la profusa utilización de extractos del Antiguo Testamento para tratar de demostrar que Jesús es el Mesías.
Datación
La datación mayoritaria sitúa a este evangelio en los años 80, debido a que se supone que describe la destrucción del Templo de Jerusalén en el año 70, antes de que esta suceda; es decir, dicha descripción es tomada como una profecía que posteriormente se cumpliría.
Las dataciones más tardías están limitadas por los papiros P64 y P67 (hacia el año 200) y la mención de un evangelio de Mateo escrito en arameo que hace Papías de Hierápolis hacia el año 125. Posteriormente lo mencionan Ireneo de Lyon (hacia 180) y Clemente Alejandrino (hacia 200).
Las dataciones más tempranas (J. B. Orchand; B. Reicke; J. A. T. Robinson) se basan en los siguientes argumentos:
- Algunos autores (C. C. Torrey; C. H. Dodd) exponen que Mateo no da ningún detalle histórico de la destrucción de Jerusalén, sino que toma todas las imágenes del Antiguo Testamento (Jeremías 21; Zacarías 12; 14; Esdras 9; Salmo 79; Ezequiel 40-48; etc.).
- Otros autores como N. Geldenhuys, Gerd Theissen, B. H. Young, R. A. Guelich o César Vidal Manzanares han argumentado a favor de considerar que la profecía sobre la destrucción de Jerusalén fue realizada antes de que sucediera.
- Otros personajes, como Jesús el hijo de Ananías también predijeron la destrucción del templo, según Flavio Josefo en Guerra de los Judíos VI, 300-309
Por otra parte, parece que la audiencia a la que se dirige Mateo está familiarizada con hechos que describe el Evangelio y al autor le interesa relacionar el pasado (vida de Jesús) con el momento en el que se escribió su relato, utilizando en dos ocasiones la expresión "hasta el día de hoy". Así, el autor dice que los sacerdotes, con las 30 monedas de plata que arrojó Judas en el templo, "compraron con ellas el Campo del Alfarero como lugar de sepultura para los forasteros. Por esta razón ese campo se llamó «Campo de Sangre», hasta hoy".
En este texto se da a entender que la audiencia conoce el lugar en cuestión y su nombre, por lo que es razonable pensar que pudo haber sido escrito antes de la destrucción de Jerusalén y la gran despoblación que trajo consigo.
Por otra parte, llama la atención que, pretendiendo demostrar que Jesús es el Mesías, no relacione la destrucción de Jerusalén y de su Templo con una profecía de Daniel según la cual esto ocurriría tras la muerte del Mesías. La profecía en cuestión dice: "...se quitará la vida al Mesías, mas no por sí; y el pueblo de un príncipe que ha de venir destruirá la ciudad y el santuario".
Estilo
El de Mateo es el que más giros de aspecto semítico presenta de los cuatro evangelios canónicos. Algunos ejemplos son:
- Mt 1,1 - Utiliza inadecuadamente la palabra biblos (libro) para referirse a una lista genealógica. Parece traducir el término semítico sefer. De forma paralela, Lc 3,23 presenta otra genealogía, aunque no usa la palabra biblos para encabezarla.
- Mt 2,1; 23,30 - "en los días de" es un hebraísmo.
- Mt 2,16 - "los en Belén" traduce un genitivo locativo semítico.
- Mt 5,2 - "Y abriendo su boca", semitismo frecuente en la biblia judía.
- Mt 5,3 - "pobres en espíritu", expresión característica del judaísmo. La comunidad de Qumrán utiliza esta expresión como título honorífico. Añadido de Mateo a la fuente Q
- Mt 5,9 - "serán llamados hijos de Dios", semitismo característico de los escritos rabínicos. Añadido de Mateo a la fuente Q
- Mt 5,13 - Proverbio popular, presente también en el Talmud.
- Mt 5,16.45.48; 6,9; 7,11; 10,32-33; 18,19 - "Padre en los Cielos", genitivo locativo semítico
- Mt 5,21.27.33.38.43 - "oísteis que fue dicho", expresión habitual en el Talmud
- Mt 5,22 - "cabeza hueca", parece traducir del arameo: reqa’.
- Mt 5,22 - "gehena de fuego", lugar maldito para el judaísmo, donde se quemaba la basura en Jerusalén.
- Mt 5,28 - "para desearla", traduciendo un infinitivo semítico.
- Mt 5,45; 6,5-6 - Utiliza una partícula griega hóti con la función de un dî arameo
- Mt 6,4.6 - "en lo oculto", semitismo.
- Mt 6,9-11 - "sea santificado", "venga tu reino", "hágase tu voluntad", "dánoslo hoy", son anteposiciones del verbo típicas en las oraciones judías.
- Mt 6,9 - "tu nombre" con el significado del pronombre "tú". Semitismo.
- Mt 6,13 - "no nos metas en tentación", con la idea primitiva, veterotestamentaria, del Dios tentador.
- Mt 6,25 - "alma" como sede del hombre, semitismo
- Mt 6,27 - "añadir un codo a su vida", semitismo bíblico. Pertenece al material común de Mt y Lc (fuente Q), si bien Lucas elimina el semitismo: "añadir un codo a su estatura"
- Mt 7,6 - En un teórico estrato arameo parece corresponder al dístico “No pongáis vuestro anillo a los perros ni colguéis vuestras perlas a los cerdos”. La frase adquiere sentido teniendo en cuenta que en la literatura rabínica el anillo es sinónimo de la ley.
- Mt 7,23 - "jamás os conocí", semitismo
- Mt 8,12 - "hijos del reino", semitismo
- Mt 8,22 - En el texto primitivo podría haber, según M. Black, una aliteración aramea: “deja que los indecisos –metinim- entierren a sus muertos –mitin-”
- Mt 9,13 - "y no sacrificio", semitismo
- Mt 9,26 - "Y salió la fama de esto por toda aquella tierra", aramaísmo
- Mt 10,25 - "si al señor de la casa lo llamaron Belcebú": Señor (en arameo Be’el) y Casa (en hebreo zebul) dan lugar a la palabra Be’elzebul
- Mt 10,32 - "declare en mí... declararé en él", aramaísmo
- Mt 10,39 - "alma", con el significado semítico de "vida"
- Mt 10,41; 13,17; 23,29 - "profeta" y "justo", bina característicamente judía
- Mt 10,42 - "a nombre de discípulo", semitismo rabínico
- Mt 11,12 - "desde los días de", semitismo
- Mt 11,25 - Típica berakah judía o acción de gracias y alabanza
- Mt 11,26 - "Sí, el Padre, porque así fue complacencia ante ti", traducción literal al griego de una frase semítica.
- Mt 11,28 - "todos los que", parece traducir del arameo kol dî, “la totalidad que”
- Mt 11,29-30 - Cargar con el yugo de la ley era expresión típica en el judaísmo al hablar de entregarse al estudio gozoso de la ley
- Mt 12,39 - "generación mala y adúltera", semitismo bíblico
- Mt 13,18.20.22.23 - "Oíd... la parábola", "éste es" por influencia semítica, al no haber en arameo expresiones equivalentes a "significar" o "corresponder"
- Mt 13,24; 18,23; 20,1; 22,2 - "se parece a", perfecto semítico para verdades generales
- Mt 16,6 - La levadura es un símbolo de maldad contagiosa, característico de los escritos rabínicos
- Mt 16,17 - "Barjoná", aramaísmo
- Mt 16,17 - "carne ni sangre", hebraísmo
- Mt 16,18 - En el texto griego resulta un juego de palabras forzado, que es fácil en arameo, ya que Kêfa’ es nombre propio y significa roca o peña; en griego, pétra sería su equivalente, porque Pétros es más bien piedra o guijarro, pero el nombre debía ser masculino
- Mt 16,19 - Atar y desatar, bina semítica para significar totalidad de poder
- Mt 16,27 - "venir en", como un bè hebreo instrumental
- Mt 16,28 - Probar la muerte es un semitismo posbíblico
- Mt 18,14 - "no es voluntad ante vuestro Padre en los cielos", expresión semítica reverencial
- Mt 18,15-17 - Escuchar y no escuchar, bina semítica
- Mt 19,8 - "la dureza de vuestro corazón", semitismo bíblico
- Mt 22,14 - Muchos y pocos, típica contraposición semítica
- Mt 22,36 - "el más grande mandamiento", semitismo
- Mt 22,38 - Clasificación de los mandamientos, típica de la literatura rabínica
- Mt 23,9 - "Padre" como título honorífico, especialmente del discípulo al maestro
- Mt 23,16 - "no es nada", expresión jurídica del rabinismo con el significado de "no es punible"
- Mt 23,23 - "la equidad del juicio", hebraísmo
- Mt 23,30 - "en la sangre de", hebraísmo
- Mt 23,35 - "sangre justa", hebraísmo
- Mt 24,16 - "a los montes", aramaísmo
- Mt 24,48 - "en su corazón", semitismo
- Mt 26,28 - "a favor de muchos", semitismo con valor inclusivo equivalente a "todos"
Evangelio de Marcos
El Evangelio de Marcos es el segundo y el más breve de los evangelios incluidos en el Nuevo Testamento. Según la opinión mayoritaria, es el más antiguo de los cuatro evangelios canónicos, aunque no existe acuerdo sobre la fecha de su composición: suele datarse entre los años 65 y 75, pero algunos autores son partidarios de una datación más temprana. Su autor es desconocido, aunque una tradición cristiana tardía lo atribuye a Marcos, personaje citado en otros pasajes del Nuevo Testamento. Narra la vida de Jesús de Nazaret desde su bautismo por Juan el Bautista hasta su resurrección.
El evangelio de Marcos y el problema sinóptico
Existe una estrecha relación entre los tres evangelios sinópticos (Marcos, Mateo y Lucas). De los 662 versículos que componen el Evangelio de Marcos,406 son comunes tanto con Mateo como con Lucas, 145 sólo con Mateo y 60 sólo con Lucas. Únicamente 51 versículos de Marcos no tienen paralelo en ninguno de los otros dos sinópticos.
La tradición cristiana había establecido que el evangelio más antiguo era el de Mateo. Se había llegado a afirmar que el de Marcos era un resumen de los evangelios de Mateo y Lucas.
Weisse y Wilke, de modo independiente, en 1838 concluyeron que el evangelio de Marcos no era un resumen de Mateo y Lucas, sino que era anterior a ellos y más bien les había servido de fuente. Además, Weisse estableció la teoría de que existía una fuente común a Mateo y Lucas. Johannes Weiss, en 1890, denominó con la letra Q a esta fuente (de Quelle, que significa ‘fuente’ en alemán). La teoría de las dos fuentes fue analizada y sistematizada por Heinrich Julius Holtzmann.
La hipótesis más extendida para explicar la relación entre Marcos y los otros dos evangelios sinópticos, Mateo y Lucas, es hoy la teoría de las dos fuentes. Esto no quiere decir que todos los expertos la acepten, ni que no puedan oponérsele diversas objeciones. Hay bastante acuerdo, sin embargo, en que Marcos fue el primero de los cuatro evangelios en ser redactado.
En el marco de la teoría de las dos fuentes, las posibles relaciones entre el evangelio de Marcos y la fuente Q han sido estudiadas por autores como L. Burton Mack (The Lost Gospel: The Book of Q and Christian origins, 1993) y Udo Schnelle (The History and Theology of the New Testament Writings, 1998).
Autoría
Atribución a Marcos
No existen pruebas definitivas acerca de quién fue el autor de este evangelio. El texto no incluye ninguna indicación sobre su autoría.
La tradición cristiana, sin embargo, ha atribuido el evangelio a Marcos, discípulo de Pedro personaje citado en las epístolas de Pablo de Tarso (concretamente en Col 4,10), en los Hechos de los apóstoles (Hch 12,12-25; Hch 13,15; Hch 15,37), donde es presentado como compañero de Pablo.y en la primera epístola de Pedro, que lo llama "mi hijo" (1 Pedro 5:13)
La base de esta tradición se encuentra en algunas referencias de los primitivos autores cristianos a la idea de que Marcos puso por escrito los recuerdos del apóstol Pedro. Eusebio de Cesarea, que escribió a comienzos del siglo IV, cita en su Historia eclesiástica un fragmentos de la obra hoy perdida de Papías de Hierápolis, de comienzos del siglo II. Papías, a su vez, remonta su testimonio a Juan el Presbítero.
Hacia el año 180, Ireneo de Lyon, escribió:
El apologista Justino Mártir cita una información que se encuentra también en el Evangelio de Marcos diciendo que son las memorias de Pedro (Dial. 106.3). En Hechos 10:34-40, el discurso de Pedro resume las líneas generales del Evangelio de Marcos. Por otro lado, no parece haber ninguna razón por la cual los primitivos cristianos tuvieran que adjudicar la autoría de este evangelio a un personaje oscuro que no fue discípulo directo de Jesús, en lugar de atribuírsela a uno de los apóstoles.
Algunos autores actuales consideran sumamente dudosa la atribución a Marcos, dado que la teología de este evangelio parece más cercana a las ideas de Pablo de Tarso que a las de Pedro, que sale bastante malparado en el relato marcano. Tanto los errores del autor en cuestiones referentes a la geografía palestinense como lo que se sabe del proceso de composición de la obra no parecen abonar la teoría de la escritura de este evangelio por un discípulo directo de Pedro. Parece demostrado que antes de la escritura de este evangelio circulaban ya oralmente breves relatos sobre Jesús y sus dichos ("perícopas"), y que el autor recopiló estos materiales heterogéneos.
Indicios textuales sobre la autoría
El autor, se trate o no de Marcos, parece ser que se dirige predominantemente a pagano-cristianos, más que a judeocristianos. Cada vez que emplea un término en hebreo o en arameo, lo traduce al griego, lo que hace suponer que se dirige a una audiencia no familiarizada con estos idiomas. Utiliza la traducción al griego de la Biblia, la Biblia de los Setenta, y no su versión original hebrea, y no está familiarizado con la geografía de Palestina.
Citas de la Biblia griega
El evangelista utiliza en algunas de sus citas y expresiones la versión griega de la Biblia, en lugar de usar la versión hebrea o aramea, como sería de esperar en un judío originario de Judea.
- En Marcos 7:6 la discusión de Jesús con los fariseos sigue la versión griega al citar el texto de Isaías 29:13, que es marcadamente diferente en el original hebreo.
- En Marcos 7:32 cura a un sordo «tartamudo», cuando lo natural es que fuera un sordomudo. La palabra «tartamudo» no se encuentra en la versión aramea de la Biblia aunque sí en la versión griega (Isaías 35:3-6)
Errores geográficos
Se han señalado errores de bulto en los itinerarios de Jesús que consigna en su relato: por ejemplo, en Marcos 7:31 afirma que Jesús se dirige desde Tiro hacia el mar de Galilea atravesando Sidón y la Decápolis, un itinerario geográficamente absurdo. Sin embargo, es posible que este itinerario tenga un fin catequético, pues Tiro, Sidón y la Decápolis eran territorio pagano y, el autor, pudo pretender simbolizar que el mensaje de Jesús estaba abierto también a los paganos.
En un pasaje en el que relata un sorprendente exorcismo(Marcos 5:1-13), ubica la región de los gerasenos en la orilla oriental del lago de Genesaret, en la Decápolis. Pero la ciudad de Gerasa (hoy Jerash) se encuentra en realidad a más de 50 km del mismo. Mateo cambia la región de los gerasenos por la región de los gadarenos. Algunos autores (Frédéric Manns) describen que el nombre de Gerasa se presta a un juego de palabras en arameo, que hace pensar en que ya el texto arameo que usa Marcos utiliza el nombre de esta población. Así, en Mc 5,4 «romper (garas) las cadenas», en Mc 5,10 y Mc 5,17 «echar fuera (garash)», en Mc 5,20 «predicar (garashah)». Este relato pertenece al material común a Mateo, Marcos y Lucas (Lucas repite el error de Marcos, pero Mateo, como se ha dicho, cambia "Gerasenos" por "Gadarenos").
De todas formas, el texto no dice "Gerasa" sino "región de los gerasenos", lo cual puede ser como, por ejemplo, ubicar una escena en Móstoles y llamarlo "región de los madrileños". Es casi seguro que el relato sea simbólico (se considera una alegoría de la ocupación romana) y, por esta razón, probablemente el autor utilizó una ambigua alusión a la región de los gerasenos sin precisar el lugar, con el fin de que el relato no pueda ser desmentido.
Errores en cuanto a costumbres judías
- En Marcos 7:4 habla de la costumbre judía de lavar las camas (en arameo, mitah). Probablemente se equivocó al traducir el texto original, quizás al leer mateh, que quiere decir bastón.
- En Marcos 10:19 menciona «no defraudar» como uno de los mandamientos, lo cual no se corresponde con los mandamientos del judaísmo. Lamentablemente si es una ley judía, básicamente como dice Dios en su segunda ley: Ama a tu prójimo a ti mismo, eso conlleva incluso no defraudar al prójimo,
- Las palabras de Jesús en Marcos 10:12, indicando que «si la mujer, después de repudiar a su esposo, se casa con otro, comete adulterio» son inexplicables en boca de un judío, puesto que la ley religiosa imperante (la Halajá) declaraba explícitamente que sólo el marido podía solicitar y obtener un divorcio, procedimiento descrito en gran detalle en el derecho y ampliamente conocido por cualquier varón con intereses religiosos de la época. Algunos autores como Rylands (1929) opinan que esta es una prueba del desconocimiento de Marcos acerca de la ley y las costumbres judías. Se plantean dos explicaciones para esta cita:
- Pudo ser un añadido explicativo para personas que no se regían por las leyes judías
- Quizás se trata de un error en la traducción de la fuente aramea sobre la que se redactó la versión actual del evangelio de Marcos, mientras que Lucas 16,18 interpretó correctamente el mismo texto de la fuente aramea.
-
- Sin embargo, se debe tomar en cuenta que en Marcos 10:11 Marcos deja claro que conoce la Ley Judía sobre el repudio de una mujer por parte de su marido, y asume en palabras de Jesús, que se repiten en Lucas y Mateo (Mateo 5:32, Lucas 16:18), que aquel que con base en este repudio pretende casarse con otra mujer comete adulterio, llevando la Ley a un nivel muy diferente al actual en la comunidad Judía. Todo esto nos lleva a contemplar tres relatos con un mismo mensaje sobre el adulterio y una posterior aclaración en los mismos: Que una mujer divorciada o repudiada tampoco puede volverse a casar. Tal vez las influencias de Pablo sobre Marcos, o su deseo de llevar el mensaje más allá de la comunidad Judía le lleva a hablar de la mujer que "deja"o "repudia" a su marido, mientras que Lucas y Mateo dejan claro que es aquella que ha sido repudiada.
Expresiones y giros semíticos
El texto del evangelio de Marcos tiene abundantes expresiones semíticas. Para algunos autores, esto sería indicio de que se basa en un texto arameo (o varios textos, según teorías modernas). Destacan los siguientes:
- Marcos 1:11: «me agrado», perfecto estativo hebreo.
- Marcos 2:6: «pensaban en sus corazones», típica asonancia hebrea ywshbym w˙hshbym.
- Marcos 3:4: «...salvar un alma...» giro característicamente semítico.
- Marcos 3:16: habla de los hermanos Boanergés, del arameo bêne regesh, ‘hijos del ruido’("hijos del trueno", Santiago y Jùan Zebedeo, Apòstoles de Jesùs).
- Marcos 4:12:La cita de Isaías 6,9 corresponde a la versión aramea de la Biblia (no de la griega ni de la hebrea)
- Marcos 5:41: utiliza la expresión aramea Talitha qum, usando además, en su traducción, el vocativo semítico «La niña, te digo...».
- Marcos 6:38: «¿Cuántos panes tenéis?» en hebreo, aliteración característica: kamah lehem lahem.
- Mc 7: «comer el pan», con el significado genérico de «comer» tomado del arameo.
- Marcos 7:11:Qorbán ("ofrenda"), palabra hebrea. Todo el versículo parece hacer referencia al Talmud
- Marcos 7:34:effatá palabra semítica, que el texto griego traduce como ‘hazte abierto’, giro típicamente semítico. Este pasaje aparece exclusivamente en el evangelio de Marcos.
- Marcos 9:1: «probar la muerte», típica expresión rabínica.
- Marcos 14:36:Abbá, palabra aramea que significa ‘papá’.
También se destacan otras construcciones sintácticas de influencia aramea, hasta en 38 versículos.
Lugar de composición
Desde la época de Clemente de Alejandría, a finales del siglo II, se había creído que este evangelio fue escrito en Roma, basándose en los latinismos que aparecen en el texto, como denarius o legion. Algunos de los latinismos empleados por Marcos que no aparecen en los otros evangelios son "σπεκουλατορα" ("speculatora", soldados de la guardia, Marcos 6:27), "ξεστων" (corrupción de "sextarius", vaso, Marcos 7:4) o "κεντυριων" ("centurión", Marcos 15:39, Marcos 15:44-45).
Sin embargo, la hipótesis del origen romano del evangelio de Marcos fue cuestionada por autores como Reginald Fuller (A Critical Introduction to the New Testament), dado que los latinismos presentes en el evangelio marcano suelen ser términos relacionados con la vida militar, por lo que eran muy probablemente palabras conocidas en todas las regiones del Imperio Romano en las que existían guarniciones militares. Se ha propuesto como alternativa la posibilidad de que fuese redactado en Antioquía. Sin embargo, no existen indicios claros acerca del lugar donde fue compuesto el evangelio de Marcos.
Destinatarios
La idea más extendida es que el evangelio de Marcos fue escrito para una comunidad cristiana helenística de lengua griega radicada en algún lugar del Imperio Romano. Parece que los destinatarios de este evangelio desconocían las tradiciones judías, ya que en varios pasajes el autor las explica (Marcos 7:1-4, Marcos 14:12, Marcos 15:42). También desconocían probablemente el arameo, ya que se traducen al griego las frases ταλιθα κουμ ("talitha kum", Marcos 5:41) αββα ("abba", Marcos 14:36), y el hebreo, que también se traduce κορβαν ("Corban", Marcos 7:11).
Las citas del Antiguo Testamento proceden en general de la Biblia de los Setenta, traducción al griego (Marcos 1:2, Marcos 2:23-28, Marcos 12:18-27). Marcos 5:41 Marcos 5:41
Además, en el evangelio es perceptible una cierta actitud antijudía en la caracterización de los fariseos, o en la atribución a los miembros del Sanedrín, más que a las autoridades romanas, de la responsabilidad de la muerte de Jesús.
Si se acepta la hipótesis de que el texto fue redactado en una fecha temprana y si se da por hecho que el autor es Marcos es posible que:
- El autor pudo haber escrito un protoevangelio en los primeros años 40 en lengua aramea destinado a la comunidad palestina pues, como se ve más abajo, Marcos parece dar por hecho que su audiencia conoce ciertos personajes jerosolimitanos de la época (p.e. los hijos de Simón el cireneo) y ciertos hechos cercanos en el tiempo a la muerte de Jesús(p.e. la revuelta en la que participó Barrabás).
- Al partir Marcos junto con Pablo y Bernabé en su primer viaje misionero, hacia el año 46 aproximadamente, pudo haber traducido al griego su primera versión y haber añadido algunas explicaciones sobre las costumbres judías para que fuesen comprendidas por una comunidad que no estaba familiarizada con ellas.
Fecha de composición
Ver artículo principal: Datación del Evangelio de Marcos
La mayoría de los estudiosos bíblicos data la redacción de este evangelio, en su estado actual, entre los años 65 y 75.
El año 65 como terminus a quo se debe a dos motivos, fundamentalmente: por un lado, de acuerdo con lo mayoritariamente aceptado sobre el proceso de composición de este evangelio, se requirió cierto tiempo para que se desarrollasen las diferentes tradiciones orales sobre Jesús (perícopas) que se cree el autor de Marcos utilizó para la confección de su obra. En segundo lugar, se cree que ciertos pasajes del texto reflejan los acontecimientos de la Primera Guerra Judía, según se conocen por otras fuentes, especialmente las obras de Flavio Josefo, aunque se discute si la destrucción del Templo de Jerusalén (que tuvo lugar en el año 70) se había producido ya o se consideraba próxima. Los eruditos que consideran que ya se había producido basan su opinión sobre todo en el análisis del capítulo decimotercero de Marcos (Mc 13), conocido como "Apocalipsis Sinóptico" o "Pequeño Apocalipsis de Marcos", y en algunos otros fragmentos.
El año 80 es considerado mayoritariamente el terminus ad quem para la adaptación de este evangelio, ya que, en el marco de la teoría de las dos fuentes, se cree que Marcos es el evangelio más antiguo, y que fue utilizado como fuente por Mateo y Lucas, escritos, según se cree, entre los años 80 y 100. Varios autores consideran que lo más probable es que fuese compuesto antes del año 75.
Algunos eruditos, sin embargo, han propuesto una revisión radical de esta cronología: algunos de ellos proponen fechas muy tempranas, mientras que otros lo datan en épocas tan tardías como la Rebelión de Bar Kojba. La teoría de la datación temprana recibió un cierto impulso cuando el erudito español José O'Callaghan afirmó que el papiro 7Q5, descubierto en Qmram, era un fragmento del evangelio de Marcos. De ser cierta esta hipótesis, el evangelio de Marcos podría ser anterior al año 50. Sin embargo, la mayor parte de los eruditos bíblicos rechaza la hipótesis de O'Callaghan de que el papiro se corresponda con el texto de Marcos.
Contenido
El evangelio de Marcos relata la historia de Jesús de Nazaret desde su bautismo hasta su resurrección. A diferencia de los otros dos sinópticos, no contiene material narrativo acerca de la vida de Jesús anterior al comienzo de su predicación.
Marcos está de acuerdo en lo esencial con la teología paulina: lo único importante en Jesús es su muerte y su resurrección. No obstante, a diferencia de Pablo, se ocupa de consignar los hechos y dichos de Jesús.
Exorcismos y curaciones
En Marcos se relatan cuatro exorcismos practicados por Jesús:
- Curación de un poseso en la sinagoga de Cafarnaún (Marcos 1:21-28)
- Curación de un poseso en la región de los gerasenos(Marcos 5:1-20)
- Exorcismo de la hija de la mujer cananea, en Tiro (Marcos 7:24-30)
- Curación de un niño poseído por un espíritu mudo (Marcos 9:14-29)
Estos exorcismos son recogidos en los otros sinópticos: el segundo y el cuarto tanto por Lucas como por Mateo; el primero sólo por Lucas (Lc 4, 31-37) y el tercero sólo por Mateo (Mt 15, 21-28)
Existen otros ocho relatos detallados de curaciones de diversas dolencias realizadas por Jesús:
- Curación de la suegra de Pedro (Marcos 1:29-31)
- Curación de un leproso (Marcos 1:40-45)
- Curación del paralítico de Cafarnaún (Marcos 2:1-12)
- Curación del hombre de la mano seca (Marcos 3:1-6)
- Curación de la hemorroísa (Marcos 5:25-34)
- Curación del sordomudo de la Decápolis (Marcos 7:31-37)
- Curación del ciego de Betsaida (Marcos 8:22-26)
- Curación del ciego de Jericó (Marcos 10:46-52)
De estas ocho curaciones, seis son recogidas en los otros dos sinópticos, y sólo dos de ellas (la curación del sordomudo de la Decápolis y la del ciego de Betsaida) no aparecen en ninguno de los otros evangelios. Es destacable el hecho de que sólo en estas dos curaciones emplea Jesús medios mágicos (concretamente, utiliza la saliva para "abrir" la lengua y los oídos de uno y los ojos del otro).
J. M. González Ruiz: “Paralelos en las teologías marquiana y paulina”, en Revista Catalana de Teología 14 (1989); pp. 323-332.
El final del Evangelio de Marcos
El final del evangelio de Marcos, a partir de Mc 16, 8, en el que se narran las apariciones de Jesús resucitado a María Magdalena, a dos discípulos que iban de camino y a los once apóstoles, así como la ascensión de Jesús, es casi seguro que se trata de una adición posterior.
De hecho, en la nota a pie de página de la Biblia de Jerusalén podemos leer lo siguiente:
El final de Marcos vv 9-20, forma parte de las Escrituras inspiradas; es considerado como canónico. Esto no significa necesariamente que haya sido redactado por Marcos. De hecho, se pone en duda su pertenencia a la redacción del segundo evangelio.
De hecho, los versículos 9-20 no aparecen en ninguno de los manuscritos conservados más antiguos y se ha comprobado que el estilo es muy diferente al resto del evangelio. Orígenes, en el siglo III, cuando cita los relatos de resurrección, se refiere a los otros tres canónicos, pero no a Marcos. Algunos manuscritos, además, añaden otros finales diferentes del actual.
La incógnita es si Marcos quiso que tuviese este final, si tuvo que finalizar bruscamente por alguna razón desconocida o si hubo un final que se perdió.
Fuente original
El texto arameo que probablemente sirvió de fuente a Marcos parece ser en realidad una recopilación de narraciones en fragmentos diversos, que pudieron llegar a los evangelistas como una colección de textos, o bien ya interconectados en una primera historia evangélica. Algunos autores de la tercera búsqueda del Jesús histórico consideran que puede clasificarse cada una de estas unidades literarias en función de sus coincidencias o divergencias entre los evangelios. De este modo, entre las más antiguas se destacarían las narraciones de la Pasión, y entre las más modernas, las de infancia y los materiales propios de cada evangelista.